miércoles, 25 de mayo de 2011

Actividad Bloque IV: Toda clase de pieles.

Toda clase de pieles



El cuento que voy a adaptar se llama “Toda clase de pieles”, es un cuento de los Hermanos Grimm. Irune realizó en clase un cuencacuentos sobre este cuento, tiene función expresiva propia.


Comenzare con la adaptación:
Había una vez, hace muchos muchos años, en un lejano país había un rey tigre y una reina tigresa eran rápidos, fuertes y muy guapos. El tigre era el más rápido de la selva y todos le admiraban y respetaban, la tigresa era preciosa, amable y muy cariñosa con todos los habitantes de la selva, ambos estaban muy enamorados y eran muy felices.

El único problema que tenían es que llevaban ya unos años casados, habían querido tener cachorros, pero la tigresa no se quedaba embarazada, el tiempo pasaba y la tigresa seguía sin quedarse embarazada. Los reyes de la selva estaban muy tristes, el no poder tener cachorros era lo único que empañaba su felicidad, ya que tampoco tenían un heredero de la selva.

Un día la tigresa se quedó embarazada, todo fue alegría, se hizo una gran fiesta en la selva y después de nueve meses la tigresa dio a luz una cahorrita, tanto la reina como el rey estaban encantados con su hija.

Pero la reina tigresa había tenido un parto muy complicado y sabía que no le quedaba mucho tiempo en la tierra y se tenía que ir al cielo para siempre, le dio un gran beso a su amado y le pidió que cuidara mucho de su tigrecita, que la quisiera, que la tuviera presente pero que no se quedase solamente pensando en ella, que debía volver a casarte, que era todavía muy joven, que tenían una tigrecita pero quizás podía tener también un tigrecito que fuera el heredero, pero sólo le iba a poner una condición que la tenía que cumplir si o si, la condición era la siguiente, si el rey tigre se casaba algún día tenía que casarse con una tigresa más amable, preciosa y cariñosa que ella, el rey le dijo que no se preocupara por eso y que descansara antes de marcharse.

Cuando la reina se marcho al cielo, el rey tigre se puso muy triste porque estaba muy enamorado de su esposa, se consolaba cuidando y jugando con su cachorrita.
Fueron pasando los años y el tigre no quería casarse, la cachorrita iba creciendo, era una tigresa muy muy bella e inteligente, toda la manada estaba muy contenta con ella, pero los leones y leopardos, le decían que debía volver a casarse ya que la selva necesitaba una reina para tener más cachorritos.
El tigre aunque no tenía ganas empezó a pensar seriamente lo de casarse y finalmente decidió casarse. Hizo llamar a todas las tigresas de la selva, pero estas tenían que ser mucho más preciosas, amables y cariñosas que su esposa, pero por mucho que miraba a las tigresas ninguna valía. El tigre ya se había hecho a la idea de que se iba a casar y como las hembras de su selva no le gustaban, hizo investigar en otras selvas próximas a la suya, pero ninguna era más guapa que su esposa.
El tigre estaba desesperado ya no sabía que hacer había buscado entre todas las selvas próximas a la suya, así que decidió buscar en todas las selvas del mundo, pero no aparecía ninguna tigresa más preciosa, cariñosa y amable que su esposa. Siguió pasando el tiempo y el rey no encontraba reina para su selva. Con todas estas búsquedas la cachorrita se fue haciendo mayor, ya era toda una jovencita muy hermosa.
 Un día de camino a cazar la cena, el rey tigre observó a su hermosa cachorra que ya era toda una tigresa, el rey se paró a pensar vio que era incluso más preciosa que su madre. Padre e hija cazaron su cena y cuando terminaron de cenar se fueron a cueva a dormir.
El rey dando vueltas por su cueva pensó que el destino había querido que se casara con su cachorra.
 Al día siguiente cuando se despertó la cachorra la mando llamar y la dijo que se tenían que casar, que así lo había querido el destino y que era la tigresa más preciosa que su madre y de todas las selvas del mundo. Así que eso quería decir que se tenían que casar. La cachorra le dijo que no, que eso no era lo normal entre un padre y una hija, que ellos pertenecían a la familia de los tigres, que no eran monos ni cebras que se casan unos con otros, que eso no podía suceder ya que ellos eran los dueño de la selva y no podían dar esa imagen. Además le dijo a su padre que lo más probable es que quisiera cachorritos y ella no estaba dispuesta a ser la madre de sus hermanos, aún así con todos estos argumentos el rey no entraba en razón y únicamente deseaba cumplir los deseos de su esposa y tener descendencia.
Cuando la cachorra vio que no había más soluciones que casarse con su padre, para ganar tiempo le pidió varios regalos de pedida, quería una corona tan dorada como el sol, una corona tan plateada como la luna y una corona tan brillante como las estrellas y el rey tigre aceptó.
La tigresa pensó que de esto modo iba a tener ocupado a su padre unos cuantos años y la idea de casarse se le iría de la cabeza.
 El rey mandó llamar a sus consejeros,  los leones y los leopardos, y les mando buscar el oro más brillante del mundo para hacer una corona tan dorada como el sol, buscar la mejor plata del mundo para hacer una corona más plateada que la luna y buscar diamantes para hacer una corona tan brillante como las estrellas.

Pasaron tres años y los consejeros lograron tener los tres regalos, el rey mandó llamar a su hija y se los enseñó. Los regalos era maravillosos, únicos y especiales nadie más en todas las selvas del mundo los tenía.

La tigresa al ver que su padre había conseguido todos los presentes, le dijo que quería una última cosa, quería un regalo de boda. El regalo era un abrigo hecho con toda clase de pieles, debía de tener un trocito de cada una de las pieles de animales que existen en todo el planeta, e incluso de tigre, la cachorra pensó que su padre se negaría a sacrificar a un tigre por un trozo de su piel, únicamente por un capricho, pero el rey aceptó y sacrificó a todos los animales e incluso a un miembro de su manada.

Mandó llamar a los leones para que cazaran a todos los animales y a los monos y chimpancés para que cosieran el abrigo.

Un año después el rey tigre mandó llamar a su hija y le enseñó el abrigo que era absolutamente maravilloso, un abrigo raro, diferente, pero increíble, era un abrigo con mucho cuero para coger todas las telas, por arriba y atado alrededor de la cabeza se ajustaba, luego llevaba muchísimo vuelo por el lomo, las mangas le cubrían las cuatro patas y la capucha era casi hasta la cola, se podía tapar por completo si quería.

La tigresa cuando vio el abrigo se desesperó, estaba a punto de cumplir dieciocho años y su padre seguía convencido de que se tenían que casar, pero esta por mucho que le quisiera no iba a ceder, así que no tenía otra opción que marcharse de la selva junto con todos sus regalos. Metió en un saco su corona tan dorada como el sol, su corona tan plateada como la luna y su corona tan brillante como las estrellas, y se colgó del cuello una cadenita de oro que tenía tres recuerdos: una esmeralda de su madre, una hoja de un árbol que le encantaba de su selva y un anillo que le regalaron al nacer. Por último se puso el abrigo de toda clase de pieles y se fue de su selva.

A partir de entonces su vida fue muy dura ya que en su selva siempre había estado muy cuidada, muy atendida y siempre había tenido a muchos animales pendiente de lo que hacía. Como siempre iba a cazar con su padre o con algún familiar y le decían lo que tenía que cazar ella sola no lo sabía muy bien y tenía que tener mucho cuidado con lo que comía ya que no sabía que animales la sentaban bien y cuales no.

 Al cabo de unas semanas la tigresa estaba muy delgada y muy sucia, dormía en sitios ocultos, en huecos de árboles para que no la viesen y hasta ya sabía que animales la sentaban bien y los cazaba ella misma para poder sobrevivir.

Todos los días andaba porque no sabía si ya había salido de su selva y dejaba huellas  para ver que no estaba caminando en círculos. Cada vez que oía ruidos de animales que cazaban o que simplemente pasaban por allí se escondía para que no la encontrasen.

La tigresa estaba muy sucia, pero seguía conservando sus líneas y sus manchas perfectas en el lomo tras muchos años de cuidados especiales ya que era la princesa de la selva.

Un día escuchó a animales que iban de caza, se escondió en un gran agujero que encontró en un árbol y se tapó con el abrigo de toda clase de pieles por miedo a que la estuvieran buscando. Entonces escuchó que cada vez los pasos se acercaban más y vio que había una pantera que cada vez se acerca más al árbol donde ella estaba escondida, así que la pantera puso la zarpa encima del abrigo de toda clase de pieles y se dio cuenta de que no era la piel de un único animal, llamó a un gorila que iba con él y este levantó el abrigo y la preguntó que quien era, ella le dijo que no sabía quien era que no se acordaba, que era un pobre animalito de la selva y que la dejara tranquila, pero la dijo que no le parecía bien que una hembra tan descuidada se quedará sola en la selva sin ningún macho que se fuera con él que era amigo del príncipe de la selva más cercana. El gorila llamó al príncipe que también era un tigre este la vio tan descuidada que la preguntó que quien era, ella volvió a repetir que no lo sabía, la preguntó de que selva venía y ella le respondió que no lo sabía, que no se acordaba de nada.

El príncipe tigre la dijo que tenía que ir con él que no la iba a dejar sola en la selva, que en su reino ya la encontraría algún oficio. La tigresa se puso a llorar pero por más que la consolaba el príncipe no podía parar.

Cuando llegaron al reino la preguntaron que sabía hacer, pero ella seguía igual diciendo que no recordaba nada, que no sabía hacer nada, el príncipe la mandó a cargo de la caza para que fuese aprendiendo a cazar y a traérsela a la manada.

El encargado de la caza del reino era un guepardo mayor, cariñoso y un poco refunfuñón. Al principio la tigresa se quejó pero poco a poco fue aprendiendo más de lo que había aprendido ella sola en la selva.

Todos los días al salir de su cueva la tigresa se restregaba en la tierra para que sus manchas y líneas parecieran más oscuras, de ese modo su piel no parecía tan clara y así pasaba desapercibida por la selva. Pero siempre que podía observaba al príncipe tigre. Muchas veces le tocaba ir a por los restos de la comida a la cueva del príncipe y cuando levantaba la cabeza observaba lo bello que era. Siempre pensaba que era una lástima ya que ella era la princesa de su selva y se podía haber casado con un príncipe tan rápido y hermoso.

Pero en este reino todo el mundo la conocía como toda clase de pieles ya que nadie sabía su nombre y no sabían de donde procedía.

El tiempo fue pasando ya había pasado más de un año y aprendió a cazar como un cazador experto, se relacionaba con más tigres de la manada y otros animales de la selva. Todos la querían mucho porque era una tigresa muy amable y cariñosa. La seguían llamando toda clase de pieles, porque siempre que salía se ponía su abrigo de toda clase pieles.

Los padres del príncipe decidieron que su tigre ya tenía la edad y la experiencia para encontrar a una tigresa, así que decidieron realizar unas fiestas en la selva, en las que el tigre iba a tener la oportunidad de conocer a otras tigresas bellas y valientes.

Toda clase de pieles pensó que todo era una pena, porque si su madre no se hubiera ido al cielo, podría haber sido otra candidata más de todos los reinos de la selva.

Llegó la primera de las fiestas y ella se tuvo que ir a cazar toda la comida para los invitados. Después de la cena cuando ya estaban todas las sobras de la comida recogidas, le preguntó al guepardo que si la dejaba ir un rato a ver la fiesta. El guepardo  como era un poco refunfuñón empezó a poner pegas, pero luego la dejo ir un rato, ya que luego tenía que ir a cazar un animal para la cena del príncipe.

Toda clase de pieles, salió corriendo, se lavó en el río se quitó la suciedad de las manchan y líneas de su piel y se puso la corona tan dorada como el sol.

En el momento en el que entró en la fiesta todos los animales se la quedaron mirando. En cuanto el príncipe la vio dejo a la tigresa con la que estaba paseando y se fue corriendo hacia ella. La pidió dar un paseo, juntos se entretuvieron muchísimo. Cuando toda clase de pieles se dio cuenta de que la fiesta ya estaba terminando le dijo al príncipe que se tenía que ir.

Se fue corriendo a su cueva, se restregó con la tierra de la selva y se quitó la corona tan dorada como el sol. Se fue a donde estaba el guepardo y este estaba bastante enfadado ya que era muy tarde y no había ido a cazar la cena del príncipe. Así que la mandó a cazar un animal y llevárselo al príncipe.

Cuando ya tenía al animal cazado se quitó la esmeralda que llevaba colgada en su cadena de oro y la puso en la boca del animal que iba a cenar. Se lo llevo al príncipe y se marchó. El príncipe se dio cuenta de que era el animal más rico del mundo. Cuando estaba terminando de comérselo vio que había una esmeralda en la boca del animal, la limpió y se la guardó. Se fue a donde se encontraba el guepardo y le preguntó que quién había cazado a ese animal tan rico y el guepardo le dijo que había sido él.

El príncipe se marchó a su cueva y el guepardo llamó a toda clase de pieles y la preguntó  cómo había cazado al animal, y esta le dijo que como siempre.

Al día siguiente se levantó muy pronto para ir a por la caza de la segunda fiesta, le volvió a pedir al guepardo que la dejara ir un rato a la fiesta, este puso pegas al principio pero finalmente la dejó. Así que se marchó corriendo rápidamente a su cueva se lavó en el río y se puso la corona plateada como la luna.

Cuando entró en la fiesta el príncipe la estaba buscando y cuando la vio fue corriendo junto a ella. Estuvieron hablando mucho tiempo, aunque toda clase de pieles no le decía nada sobre ella.

 Poco antes de terminar el baile toda clase de pieles se despidió del tigre. Entró en su cueva, restregó en la tierra de la selva, se quitó la corona plata tan brillante como las estrellas y se fue a donde la esperaba el guepardo. Este la mandó a cazar el mismo animal que cazó la anterior noche para la cena del príncipe.
.
Una vez cazado el mismo animal toda clase de pieles colocó en la boca de este la hoja que tenía de su selva. Se lo llevo al príncipe tigre y este se comió al animal dándose cuenta que en la boca había una hoja preciosa, así que la limpió como pudo y la guardó.

Fue corriendo a donde estaba el guepardo y le volvió a preguntar que quien había cazado a ese animal y el guepardo le volvió a decir lo mismo que la anterior noche.

La tercera noche se realizaba la última fiesta, todas las tigresas de los reinos se habían puesto sus mejores galas.

Cuando llegó la noche toda clase de pieles le volvió a pedir al cocinero que si la dejaba ir a la fiesta y este la dejó.

Toda clase de pieles se fue corriendo a su cueva, se lavó en el rio, y se puso la corona tan brillante como las estrellas.

En el momento que entró en la fiesta todo el mundo se la quedó mirando.

El príncipe tigre se fue a por ella y aprovechó para colocarla un anillo en la pezuña sin que se diera cuenta. Ella le dice que se tiene que marchar, por lo que salió corriendo como las anteriores noches.
Cuando llegó a su cueva se volvió a restregar con la tierra de la selva se quito la corona tan brillante como las estrellas y se fue a cazar el mismo animal que las anteriores noches y le colocó en la boca el anillo que ella tenía colgado en su cadena de oro.
Una vez que estaba todo listo fue a llevárselo al príncipe, pero este la dijo que se quedara en la cueva mientras cenaba. El príncipe sacó el anillo de la boca del animal y la preguntó si sabía algo del anillo.
El príncipe tigre la cogió la pezuña y le enseñó el anillo que le había colocado y la dijo que el que él tenía era la pareja del suyo, que sabía desde el primer momento quien era, que estaba enamorado y que se quería casar con ella.
El príncipe tigre y la princesa tigresa se casaron y tuvieron muchos cachorritos.


martes, 24 de mayo de 2011

REFLEXIÓN BLOQUE V: Formas de transmisión literaria

En este bloque aprendimos tres formas de transmisión literarias como son: el cuentacuentos, la narración con libro y la lectura. Las tres se pueden realizar en una biblioteca de aula, fomentan el inicio a la lectura de los más pequeños y les motivan a la hora de coger gusto a los libros.

En el salón de actos de nuestra universidad realizamos una actividad muy amena en la que llevamos a cabo estas formas de transmisión literaria, conocí muchísimos cuentos y ví como el resto de mis compañeros se lo pasaban bien mientras realizaba mi cuentacuentos.

A la hora de ser maestra espero realizar muchas actividades como estas.

REFLEXIÓN BLOQUE IV: Literatura folclórica.

En el bloque cuatro Irune nos explicó la literatura folclórica. A ella pertenecen los textos que no tienen autor y con ella también nos podemos referir a los textos que pertenecen a los géneros literarios como son: el verso, la prosa y el teatro.
Estudiamos la literatura folclóricas de los siglos XVIII,XIX y XX.
En el siglo XIX conocimos a Vladimir Propp y la clasificación de sus cuentos en: mitos, cuentos de animales, cuentos de fórmulas y de hadas.
La clasificación que también realizó Gianni Rodari Irune nos dijo que nos podía valer para nuestro futuro como maestra. Los clasificó en cuentos de animales y cuentos mágicos parecidos a los de Propp y cuentos de bromas y anécdotas.
Me resultó bastante curioso encontrar cuentos de bromas y anécdotas, al igual que de hadas no se porque pensaba que pertenecían a una literatura más actual.
Del siglo XVIII conocimos autores como Perrault un personaje muy importante de la corte francesa del rey Luis XIV y un gran recopilador.
En  el siglo XX conocimos a más autores de diferentes países europeos como por ejemplo los Hermanos Grimm en Alemania.
Pero a parte de conocer a numerosos autores de la historia de la literatura folclórica, hemos aprendido a realizar adaptaciones y a conocer la misma estructura que llevan numerosos cuentos, esto es lo que llamamos viaje iniciático.
Este bloque ha tenido un gran encanto ya que nos ha trasladado al pasado de un modo muy especial y mágico.

REFLEXIÓN BLOQUE III: Creación literaria

En este bloque aprendimos muchos contenidos que antes conocía únicamente por encima e incluso muchos no sabían ni que existían como los acrósticos. Pero de este tema sin duda lo que más me ha gustado ha sido aprender a analizar un cuento de infantil ya que he aprendido numerosos conocimientos nuevos.
 Los juegos poéticos como los pareados que se que es algo que voy a realizar cuando sea maestra ya que me encantan. Pienso que las rimas utilizando los nombres de los niños a parte de ser algo que a los niños les gusta bastante, considero que es algo que les motiva muchísimo a la hora de atender y que también se pueden utilizar cuando un alumno o alumna está distraído y de ese modo hacemos que se lo pasen bien y vuelvan al hilo de la clase.
Las comparaciones  considero que es una actividad que los niños al decir lo primero que se les ocurra se lo pasan genial en clase y con los acrósticos igual al realizarlo como nosotros en clase, con el nombre de un compañero.
Analizar un libro de infantil como ya he dicho anteriormente es lo que más me ha gustado de este tema porque al realizar un análisis en clase con la profesora del mejor libro de literatura infantil del mundo “Adivina cuanto te quiero” y otro nosotros solos de manera individual. Ahora cuando voy a librerías infantiles me gusta saber que se analizar un libro de infantil.

REFLEXIÓN BLOQUE II: Introducción a la literatura.

En este tema descubrí  lo que realmente era literatura ya que como comprobamos todos en clase la gran mayoría por no decir ninguno sabíamos exactamente lo que era. Posteriormente y tras la explicación de la profesora lo descubrimos y comenzamos este camino mágico por el mundo de la literatura infantil.
Dentro de este bloque aprendí lo que era la literatura de autor y los álbumes ilustrados, y la diferencia que existe entre la literatura de autor y la folclórica. Gracias a los álbumes de imágenes los niños comprenden, interpretan y experimentan mejor los  cuentos, cosa que antes desconocía pensaba que todos los cuentos eran iguales y ni me fijaba en las ilustraciones, no diferenciaba entre un álbum de imágenes con un simple cuento.
En este tema también nos adentramos en los tres grandes géneros literarios, el teatro, la prosa y la poesía.
Me sorprendió la importancia de Elena Fortun  con su obra “Celia”, perteneciente al género de la prosa, ya que yo la conocía y la recordaba por la serie de televisión que había hace años y pensaba que era una serie más de la televisión, no la gran obra que es bajo mi punto de vista.
Estudiar a Gloria Fuertes me hizo muchísima ilusión ya que me recordó a mi infancia.
Este bloque junto con las explicaciones de la profesora me motivo mucho a adentrarme en el mundo de la literatura infantil.

REFLEXIÓN BLOQUE I: Biblioteca de aula

La biblioteca de aula ha sido un bloque de vital importancia ya que para nuestro futuro como maestras necesitamos saber como funciona. En el colegio de prácticas vimos como la tenían organizada y el gran uso que le daban. Para realizar esta actividad fuimos a una biblioteca infantil pública, nos gusto bastante, vimos la cantidad de libros que tenían y como los niños leían uno detrás de otro, nosotras haciamos lo mismo por eso escogimos muchos de los libros que tenemos puestos en la actividad.

Una biblioteca de aula es necesaria para la formación de los niños ya que con ella no sólo se les fomenta a la lectura sino que se implica a las familias en el aprendizaje, algo que es esencial y más en la sociedad de nuestro tiempo, ya que la mayoría de los padres y madres suelen estar bastante ocupados por su horario laboral.

Con esta actividad he aprendido todas las actividades que se puenden hacer dentro de una biblioteca de aula y la  distribución de los materiales y elementos que la componen. Antes pensaba que se podían utilizar simples estanterias pero no, se necesitan los expositores, al igual que pensaba que se podía poner el rinco de biblioteca en cualquier lugar de la clase, pero lo más conveniente es ponerlo cerca de las ventanas para que tenga gran luminosidad.

Estos solo son algunos de los aspectos que he aprendido, me ha gustado mucho realizar esta actividad ya que con ella además de leer numerosos cuentos infantiles he aprendido mucho y sin duda ha sido la que más me ha gustado.

Actividad bloque V

Actividad/ taller: cuentacuentos, narración con libro y lectura.

El último día de clase realizamos una actividad muy amena. Consistía en formar grupos de tres y cada miembro del grupo tenía que prepararse un cuento y trasmitírselo al resto de los componentes de su grupo. Posteriormente nos intercambiabamos con el resto de los compañeros de clase. Cada persona transmitía su cuento de las diferentes formas que hemos estudiado en el bloque V: cuentacuentos, narración con libro y lectura.

Mi grupo lo formábamos Beatriz Corcura Escalonilla, Ana Merino Pérez y yo. Beatriz realizó la actividad de lectura nos contó "La gallinita roja", Ana realizó la actividad de narración con libro y nos contó el cuento de "El delfín que buscaba una estrella" y yo que hice la actividad del cuentacuentos les conte "El pez Arcoiris".

Mi cuento es el siguiente: "El pez Arcoiris".

Título: El pez Arcoiris.
Autor e Ilustrador: Marcus Pfister.
Editorial: Beascoa.

En alta mar, en un lugar muy muy lejano, vivía un pez. Pero no se trataba de un pez cualquiera. Era el pez más hermosos de todo el océano. Su brillante traje de escamas tenía todos los colores del arcoiris. 
Los demás peces admiraban sus preciosas escamas y le llamaban “el pez Arcoiris”.
 ¡Ven, pez Arcoiris! ¡Ven a jugar con nosotros! –le decían. Pero el pez Arcoiris ni siquiera les contestaba, y pasaba de largo con sus escamas relucientes.
Pero un día, un pececito azul quiso hablar con él.
 ¡Pez Arcoiris, pez Arcoiris! –le llamó- Por favor, ¿me regalas una de tus brillantes escamas? Son preciosas, ¡y como tienes tantas . . . ¡
 ¿Qué te regale una de mis escamas? ¡Pero tú qué te has creído! –gritó enfadado el pez Arcoiris- ¡Venga, fuera de aquí!
El pececito azul se alejó muy asustado. Cuando se encontró con sus amigos, les dijo lo que le había contestado el pez Arcoiris. A partir de aquel día nadie quiso volver a hacerle caso, y ya ni le miraban; cuando se acercaba a ellos, todos le daban la espalda.
¿De qué le servían ahora al pez Arcoiris sus brillantes escamas, si nadie le miraba? Ahora era el pez más solitario de todo el océano. Un día, Aroiris le preguntó a la estrella de mar:
 ¡Con lo guapo que soy . . .! ¿por qué no le gusto a nadie?
 No lo sé –le contestó la estrella de mar-. Pregúntale al pulpo Octopus, que vive en la cueva que hay detrás del banco de coral. A lo mejor él tiene la respuesta.
El pez Arcoiris encontró la cueva. Era tan oscura que casi no se veía nada. Pero, de pronto, en medio de la oscuridad, se encontró con dos ojos brillantes que lo miraban.
 Te estaba esperando –le dijo Octopus con una voz muy profunda-. Las olas me han contado tu historia. Escucha mi consejo: regala a cada pez una de tus brillantes escamas. Entonces, aunque ya no seas el pez más hermosos del océano, volverás a estar muy contento.
 Pero . . . Cuando el pez Arcoiris quiso contestarle, Octopus ya había desaparecido.
 “¿Qué regale mis escamas? ¿Mis preciosas escamas brillantes? –pensó el pez Arcoiris, horrorizado. ¡De ninguna manera! ¡No! ¿Cómo podría ser feliz sin ellas?”
De pronto, sintió que alguien le rozaba suavemente con una aleta. ¡Era otra vez el pececito azul!
 Pez Arcoiris, por favor, ¡no seas malo! Dame una de tus escamas brillantes, ¡aunque sea una muy, muy pequeñita! El pez Arcoiris dudó por un momento. “Si le doy una escama brillante muy pequeñita –pensó-, seguro que no la echaré de menos.”
Con mucho cuidado, para no hacerse daño, el pez Arcoiris arrancó de su traje la escama brillante más pequeña de todas.
 ¡Toma, te la regalo! ¡Pero ya no me pidas más! ¿eh?
 ¡Muchísimas gracias! –contestó el pececito azul, loco de alegría-. ¡Qué bueno eres, pez Arcoiris! El pez Arcoiris se sentía muy raro. Siguió con la mirada al pececito azul durante un buen rato, viendo cómo se alejaba, haciendo zig-zags, y deslizándose como un rayo en el agua con su escama brillante.
Al cabo de un rato, el pez Arcoiris se vio rodeado de muchos otros peces que también querían que les regalase una escama brillante. Y, ¡quién lo iba a decir! Arcoiris repartió sus escamas entre todos los peces. Cada vez estaba más contento. ¡Cuánto más brillaba el agua a su alrededor, más feliz se sentía entre los demás peces!
Al final, sólo se quedó con una escama brillante para él. ¡había regalado todas las demás! ¡Y era feliz! ¡tan feliz como jamás lo había sido!
 ¡Ven pez Arcoiris, ven a jugar con nosotros! –le dijeron todos los peces.
 ¡Ahora mismo voy! –les contó el pez. Arcoiris, y se fue contentísimo a jugar con sus nuevos amigos.
Este cuento va dirigido a niños de cinco años, se enseña a compartir y a no ser orgullos, también se exalta el poder de la amistad.
Esta cuento se lo conte a mis compañeros con mucha expresividad y movimientos.


-