Bloque V: formas de transmisión literaria.
Las formas de transmisión literaria son tres, estas pueden tener sus variantes:
1.Cuentacuentos: es la técnica más antigua de todas, antes de que narraciones escritas ya había cuentacuentos. Se transmitían de manera oral porque no sabían leer ni los que escuchaban ni los que los contaban.
Un niño de infantil no sabe leer con fluidez, por lo tanto es lógico que usemos el cuentacuentos.
Como su propio nombre indica consiste en narrar un cuento (un texto breve, literario y como es literario es de ficción). El cuentacuentos no utiliza referencias visuales, es decir no se enseñan dibujos, el objetivo principal del cuentacuentos es que los receptores desarrollen su capacidad de imaginación.
Por los devenires sociales y culturales los niños de ahora viven en una sociedad tecnológica y audiovisual y están perdiendo la capacidad de imaginar. Debemos intentar que los cuentos que les contemos no los hayan visto antes para que cada uno se lo imagine y desarrolle su imaginación.
Es bueno que los maestros tengamos una colección de textos folclóricos, los podemos encontrar en internet y aunque sean de otras culturas también valen.
Los cuentacuentos en la actualidad se han puesto de moda entre los adultos. Los cuentacuentos de sala son cursos de veinte o treinta horas, los cuentacuentos de adultos no tienen nada que ver con los cuentacuentos infantiles.
Los cuentacuentos de adultos son actores, en esos cursos te enseñan una historia para que te la aprendas y la digas públicamente. Te enseñan entonaciones, a moverte en el escenario, a poner voces,…
A todos nos gusta que nos cuenten un cuento.
Cuando le contamos un cuento a los niños no se puede aprender de memoria, hay que tener clara la historia, el hilo argumental y mientras que se cuenta hay que estar pendiente de las reacciones de los espectadores. Si hay una parte de la historia que les gusta mucha lo alargamos y si vemos que los niños se distraen, miran hacia otra parte es que les está aburriendo esa parte de la historia y por lo tanto la acortamos.
Hay que dialogar con los niños, hacerles preguntas reales, ejemplo: ¿cómo crees que se siente el personaje?, si a los niños les surge una pregunta espontánea se les responde en el momento.
En un cuentacuentos hay que ser expresivo, hacer gestos,…se puede contar sentado o de pie.
Las voces de los personajes se pueden cambiar pero a no ser que seamos excelentes actores y actrices una persona sin formación no puede poner más de tres o cuatro voces distintas. Hay que buscar nuestras propias limitaciones, cuentos con personajes diferenciados: hombre, mujer, ogro, niño,…si tenemos más personajes los ensayamos o lo contamos con nuestra voz normal como un narrador. A los niños les gusta tanto una cosa como la otra con voces o sin voces. No s puede hacer una mezcla de las dos.
Las marionetas se pueden usar si lo que hacemos es ponernos una marioneta en la mano y que sea ella quien cuente el cuentacuentos a los niños, puede ser la marioneta del aula. La marioneta siempre la tienen que utilizar las mismas personas, porque si otra persona la utiliza cambia la voz y ya no es la misma marioneta. Muchas veces los profesores se disfrazan de un personaje como por ejemplo: el hada de los cuentos, se encarga de dar magia al cuento.
También podemos utilizar pequeños detalles que hacen referencia al cuento, los podemos utilizar antes de contarlos, este material puede ser: la caja de los cuentos, donde pueden sacar cuentos, algo para disfrazarse como por ejemplo: una nariz de payaso y les preguntamos ¿de qué creéis que va el cuento? Y los niños responden ¡de un payaso!, o ponerles música si contamos un cuento oriental. Con todo esto creamos interés en los niños, pero no les ayudamos a comprender mejor, sólo añadimos más magia. Pero la ambientación no es imprescindible.
Un subtipo que encontramos es la declamación, son como cuentacuentos pero en verso, te lo tienes que aprender literalmente, hacer gestos, pausas en los lugares adecuados. Es un cuentacuentos pero en verso.
2. La narración con libro: como su propi nombre indica, implica que tengamos un libro y que lo contemos.
¿Cómo contamos el libro? Enseñando las ilustraciones, el profesor o quien lo vaya a contar les enseña y les cuenta la portada y así con el resto del libro.
Primero les enseñamos el título, posteriormente las ilustraciones y luego se lo contamos con nuestras palabras y apoyándonos en las ilustraciones.
Lo ideal es que los libros y sus ilustraciones sean grandes, para que todos los niños lo vean bien. Podemos proyectar las imágenes, realizar un power point, realizarlas a mano,…
La narración por libro es la más típica en el primer ciclo, son niños pequeños, sin mucho vocabulario, no tienen muchas experiencias en la vida. Aprenden a trabajar el razonamiento icónico ( es uno de los grandes avances del niño), consiste en entender y aceptar que existen en la realidad pero que no son realidad, por ejemplo: una foto de alguien, no es la realidad es una representación.
Realizamos la narración por libro para entretener al niño.
3. Lectura: debemos reservarla más para el último ciclo de infantil. Cuando hablamos de lectura nos referimos a darles a los niños de segundo ciclo de infantil modelos lectores, es decir que escuchen como se lee. Para leer hace falta un texto, puede ser un texto impreso en una página de papel o un texto con ilustraciones.
Leer y enseñar las ilustraciones: primero es necesario leer bien y luego se les enseñaran las ilustraciones. Se aprende al saber esperar (la paciencia).
La lectura ha de ser expresiva pero no exagerada, se debe leer despacio, mirando a los niños y entonando adecuadamente.
Antes de todo esto se pueden realizar ambientaciones y al final de la lectura no se deben hacer preguntas de compresión, porque los niños no se quedan con todo, pero si se pueden realizar preguntas subjetivas.
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